Un vestido, una pieza única.
Un diseñador, Lorenzo Caprile.
Un cava, Codorníu.
La elección del nombre de Anna para este cava rinde homenaje a la primera mujer de la saga Codorníu, quien se casó con un viticultor llamado Miquel Raventós en 1659, y desde entonces la familia Raventós ha sido la propietaria de Codorníu.
Este dato me ha parecido curioso para saber el porqué de llamarle Anna, ya que llama la atención un nombre de mujer sin aparente relación para una campaña de un cava tan conocido. Y también rinde homenaje al papel vital de las mujeres en la historia de Codorníu, como aclara Mar Raventós, la actual presidenta del grupo.
Lo mejor, el vestido. Una obra de arte diseñada por Lorenzo Caprile, una pieza única. Su elaboración a base de retales procedentes de su propia colección privada adquiridos en casas de alta costura de París, procedentes de vestidos que pertenecieron a Madame Vionnet, primera diseñadora de la alta costura francesa en armonizar elegancia y comodidad. Y estos retales se habían trabajado en el taller del mítico bordador Albert Lesage.
¿Cómo lo hizo? es su secreto, ¿y el color?, según Caprile fue lo más difícil, ya que quería conseguir el color del cava, también es su secreto, es evidente que lo consiguió.
En cuanto al diseño, recordemos que ha realizado diseños más originales como los espectaculares de la infanta Elena, lo más destacado como obra de arte de este vestido es su impresionante bordado, su perfección de corte, el color y por supuesto el acabado de un precioso y muy femenino vestido.
He seleccionado algo que a mi me parece lo más atractivo de un trabajo tan gratificante, su elaboración y proceso, un poquito que nos han dejado ver en el video de la página de Anna de Codorníu :
"El vestido recoge la historia de la alta costura francesa del s XX", según el propio Caprile, y lo que ha querido reflejar es a una mujer moderna del sXXI, que busca sentirse especial en una ocasión muy especial, en un momento para soñar y disfrutar.
Este dato me ha parecido curioso para saber el porqué de llamarle Anna, ya que llama la atención un nombre de mujer sin aparente relación para una campaña de un cava tan conocido. Y también rinde homenaje al papel vital de las mujeres en la historia de Codorníu, como aclara Mar Raventós, la actual presidenta del grupo.
Lo mejor, el vestido. Una obra de arte diseñada por Lorenzo Caprile, una pieza única. Su elaboración a base de retales procedentes de su propia colección privada adquiridos en casas de alta costura de París, procedentes de vestidos que pertenecieron a Madame Vionnet, primera diseñadora de la alta costura francesa en armonizar elegancia y comodidad. Y estos retales se habían trabajado en el taller del mítico bordador Albert Lesage.
¿Cómo lo hizo? es su secreto, ¿y el color?, según Caprile fue lo más difícil, ya que quería conseguir el color del cava, también es su secreto, es evidente que lo consiguió.
En cuanto al diseño, recordemos que ha realizado diseños más originales como los espectaculares de la infanta Elena, lo más destacado como obra de arte de este vestido es su impresionante bordado, su perfección de corte, el color y por supuesto el acabado de un precioso y muy femenino vestido.
He seleccionado algo que a mi me parece lo más atractivo de un trabajo tan gratificante, su elaboración y proceso, un poquito que nos han dejado ver en el video de la página de Anna de Codorníu :
¡Da pavor cortar algo así! |
"El vestido recoge la historia de la alta costura francesa del s XX", según el propio Caprile, y lo que ha querido reflejar es a una mujer moderna del sXXI, que busca sentirse especial en una ocasión muy especial, en un momento para soñar y disfrutar.
He querido dedicar esta entrada a Lorenzo Caprile por su espectacular vestido creado especialmente para esta campaña, aprovechando la despedida del año 2010.
"No pierdas la cabeza ni fuerces tu personalidad. La elegancia es sinónimo de naturalidad, discreción y coherencia". Lorenzo Caprile.
Os deseo un feliz 2011, que los proyectos y los sueños se hagan realidad en este nuevo año.